La fuerza del respaldo ciudadano en Pénjamo

LA ENCUESTA QUE OTROS PAGARON

A pesar de que resulta evidente que la reciente encuesta de aprobación en Pénjamo tiene sello panista —pues fue promovida desde las filas de ese partido en Guanajuato—, los resultados no pueden pasar desapercibidos: la presidenta municipal Yozajamby Molina goza de un nivel de aprobación alto y legítimo entre la ciudadanía. Incluso los propios adversarios han tenido que reconocer, de manera indirecta, el respaldo popular hacia su gestión.

Mientras tanto, la guerra mediática en redes sociales, orquestada por la oposición, intenta a toda costa desestabilizar la imagen de la presidenta morenista. Sin embargo, la respuesta ciudadana ha sido clara: tanto en redes sociales como en los mismos sondeos promovidos por los blanquiazules, la comunidad penjamense ha manifestado su apoyo hacia el actual gobierno municipal.

No debe olvidarse que, desde el primer día de su administración, Yozajamby Molina puso sobre la mesa un asunto fundamental: la pesada deuda heredada de los gobiernos anteriores, de corte panista, que limitó considerablemente el ejercicio del gasto público. A pesar de esas restricciones, el actual gobierno ha logrado realizar acciones concretas que benefician directamente a la población, y esa voluntad de servir ha sido percibida positivamente.

Otro de los aciertos de esta administración ha sido mantenerse cercana al pueblo. En un municipio donde durante años la política fue de puertas cerradas, hoy los penjamenses reconocen un gobierno que escucha, que recibe y que toma en cuenta sus opiniones. Esa apertura, más que un gesto, ha sido una política pública que la ciudadanía ha sabido valorar.

Por último, y no menos importante, es necesario destacar que, pese a que los recursos federales no fluyen como se esperaría hacia las arcas municipales, las obras impulsadas bajo la gestión de Yozajamby Molina han sido bien recibidas. El esfuerzo por hacer más con menos, y hacerlo bien, confirma lo que hoy se respira en Pénjamo: un nuevo aire de confianza en sus autoridades.

Pénjamo habla, y su voz es clara.